THIS IS MY LAST RESORT!

Por fín regresé, por fín los tentáculos (necesarios claro, no me quejo en lo absoluto) laborales me soltaron, al menos por un breve tiempo, y no pensaba en nada más que escribir en este tiempecillo libre.....así que ahi les va

La gente que me conoce, sabe que no soy violento, puedo ser sumamente ogete verbalmente, pero nunca llego a los golpes, son como mi "last over the last resort", pero hace dos semanas no aguanté, más bien no es que no haya aguantado, creo que reaccioné de forma instintiva (y muy cavernícola quizas) ante un suceso, en el que, prácticamente, ví pasar mi vida en cuestión de milésimas de segundo. 

....Oh si, lo recuerdo bien....caminaba de camino a la oficina (trabajo en la Condesa, y como muchos saben, es un lugar sumamente transitado y con mucho tráfico a partir del jueves, por todos los bares, restaurantes y antrillos que ahi se encuentran ("caminaba de camino" si, s parodia de "rescate 911)),  sobre Ámsterdam, y al llegar al cruce con Sonora, me detuve como cualquier ser pensante hasta cuando dejaron de pasar coches y cambió el semáforo, crucé la calle hasta el camellón y ahí volví a hacer exactamente lo mismo, al momento de cruzar, me doy cuenta que un Ford Ka de color gris, daba la vuelta como todo un ás del asfalto (o como todo cabrón que se esta cagando, o que está por llegar tarde.....o simplemente quiere padrotear de lo "chingón" que maneja), aceleré el paso, porque aún cuando no es una avenida muy ancha, este imbécil venía en verdad como un energúmeno...apliqué esos pasitos como rapidos pero cortitos, (de esos que damos como para formarnos en una fila que se ve interminable) y mientras los daba, me di cuenta como el coche me centró como si fuera un personaje de Grand Theft Auto, y al llegar a la esquina, me subí a la banqueta de un brinco, y el tipo le alcanzó a pegar a mi mochila, lo cual en verdad hizo que me temblaran las manos, las rodillas, las cejas, todo.......no sin antes exclamar, como enfermo de Sindrome de Touret: "PENDEJO!"

En verdad ví pasar mi vida, e imaginé lo que hubiese pasado y cómo hubiese pasado si me ha llegado a pegar, que me hubiera pasado, hasta donde hubiera volado, pense en 10000 cosas en ese instante, una de las cuáles más me llamo la atención, pense: "que hijo de la chingada, pero se me va a cruzar por mi camino, juro que lo hará", por la adrenalina comencé a enojarme, pero a enojarme de una forma en la que nunca en la vida me habia enojado.....hervía de coraje. 

Mientras continuaba mi recorrido hacia la oficina, me detuve en la tienda a comprar unos cigarros, mis manos no dejaban de temblar, se me caian las monedas, no no no....parecía personal calificado para azucarar los churros. Al momento que doy al media vuelta, guardo el cambio y abro el paquete de cigarros, me doy cuenta que el mismo coche que acababa de amenazar mi vida se estaba estacionando afuera de la tienda, y en ese momento tuve un black-out, más que un black-out, un bloqueo mental-racional-emocional y me convertí en un ser 100% instintivo, deje mi mochila con la señora de la tienda, caminé hacia el automoil, y mientras lo hacia (no sé que cara traía) el imbécil éste, bajaba de su coche, lo cerró, me vió de reojo y su expresión decía algo así como "no mames!", ya saben, ojo pelon, nerviocillo, haciéndose pendejo......y sin pensarlo llegue hasta donde estaba, y viendolo de frente, sin decir palabra alguna ninguno de los dos, le di un frentazo infáme en la naríz (mejor denominado por mis compañeros de trabajo como "delfinazo"), que por el ruido que hizo, pudo no habersele roto, pero sí de menos le quedó chueca o jorobada como Julio César Chávez; prácticamente el golpe lo tumbó de nalgas recargado en su coche y el diálogo comenzó de la siquiente manera:

Él: QUE TE PASA CABRÓN?!?!?!?!

Yo: Para que sigas de cagadito....pendejo

No dijo nada más, sabía perfecto el porqué lo había hecho, pero no se lo esperaba, y lo más cagado es que ni yo me esperaba esa reacción tan cavernicola, pero sé que fué 100% instintiva. Dí la media vuelta, recogí mi mochila en la tienda, y la señora medio nerviosa me la dió, como asustada (haha que esperabas cabrón!?, que te llevara a tu equina, te abanicara la espalda con una toalla y te diera agua?!?!) y seguí mi camino hacia la oficina.......me sentía como normal, no me sentía mal, no tenía remordimiento, no paso nada más por mi mente que tranquilidad, como satisfacción, sabía que de cierta manera merecía su merecido, y por algo regreso a mi camino, y sí, lo sé, pudo haber sido muy peligroso, me pudo haber buscado después, pero en ese momento en verdad no pensaba en nada más mas que en que algo ó alguien habia amenazado mi vida, o mi integridad y sigo sin tener otra explicación a mi reacción, más que "instinto"....no es algo que me provoque alardear de ello, ni sentirme orgulloso, pero tampoco me arrepiento....

Y así fué que comprobé que dentro de mi, sí vive el capitán cavernícola, aunque tiene que ser sumamente estímulado para que reaccione.

Qué opinan? Llegué muy lejos? Se lo merecía?